Geneve Bay

Este lugar salvaje y protegido, al que acuden principalmente algunas cabras, alberga un tesoro modelado por la naturaleza. En la roca, el mar ha esculpido unas piscinas naturales de aguas cristalinas, que invitan a bañarse en ellas después de una excursión a pie por la costa. El sitio no es recomendable para niños pequeños.

Partiendo desde el sur de Guana Bay, el sendero de la costa ofrece un paseo por la landa costera y a través del cual se accede a Geneve Bay, una playa salvaje de guijarros. El mayor interés del sitio radica en las piscinas naturales de Geneve Bay, a las que se llega después de una hora de caminata desde Guana Bay. Sin embargo, desde el huracán Irma de 2017, el sendero ha quedado dañado por el embate del mar y esta corta caminata requiere mantener una extrema prudencia. Después de cruzarte con algunas cabras e iguanas y de admirar las impresionantes vistas de la isla de San Bartolomé, descubrirás unas magníficas piscinas de aguas transparentes, talladas en la roca, donde es posible bañarse antes de secarse al sol sobre las rocas. En este entorno tranquilo y paradisíaco alejado del mundo no es raro encontrarse con otros amantes de la naturaleza. Es aconsejable llegar en las primeras horas de la mañana.