MARIGOT

Dominada en las alturas por el Fort Louis, construido en 1789 para defender los almacenes del puerto del pillaje enemigo, la capital administrativa de San Martín se fue desarrollando gradualmente desde la instalación de los primeros colonos europeos en el siglo XVII. La ciudad de Marigot debe su nombre a la existencia de numerosas ciénagas, las llamadas «marigots», que dominaban el territorio de la ciudad actual.

Si bien Marigot es un testimonio de una ocupación prehistórica, su historia entró en una nueva era con el descubrimiento de San Martín por los europeos en 1493. La estructuración de la ciudad comenzó en el siglo XVII, mientras que la ciudad experimentó un verdadero auge en el siglo XVIII con la industria del azúcar y del algodón, floreciendo hasta la abolición de la esclavitud en 1848. A principios del siglo XIX, Marigot se fue desarrollando gradualmente a los pies del Fort Louis, tal como demuestran las fachadas tradicionales de la rue de la République. El hormigón se introdujo en la arquitectura a principios del siglo XX y, en 1970, la colmatación de parte de la laguna permitió la ampliación de la ciudad. La electrificación llegó en 1963 y la desaladora de agua de mar en 1965, cuando los primeros hoteles llevaron a San Martín a la era turística. El terraplenado del paseo marítimo o Front de Mer en las décadas de los años 80 y 90 del siglo XX y la construcción del puerto deportivo de Fort Louis en 1998 culminaron el aspecto de la ciudad tal como la conocemos hoy.

Con el Fort Louis, Marigot alberga numerosos testimonios de su historia: la iglesia católica (1841), la antigua prisión y el Pont de Durat (1789) o la tumba del abolicionista François-Auguste Perrinon, que reposa en el cementerio de Marigot desde 1861.