La meseta geológica formada por las islas de San Martín, Anguila y San Bartolomé es una zona de reproducción de las ballenas jorobadas. Ellas buscan las aguas calientes para seducir a su pareja y aparearse.
Este es el momento del año en que podemos ver ballenas, porque las aguas se agitan mucho. Son las ballenas representando el ritual de cortejo. A veces, los buceadores tienen la suerte de escuchar el canto de los machos, que pueden vocalizar debajo del agua hasta una media hora antes de volver a subir a la superficie para respirar.
Durante las fases de reproducción, grupos activos de machos se desplazan rápidamente para buscar los favores de las hembras. Así pues, podrás observarlos en esta extensa zona entre diciembre y abril. Luego, las ballenas jorobadas vuelven a las aguas frías para alimentarse.
En las aguas de San Martín también se pueden ver delfines. A menudo se mueven en formación cerrada y vienen a veces a nadar junto a la proa de los barcos. Su curiosidad es legendaria y son muy amistosos. Más de una veintena de especies de mamíferos marinos frecuentan las aguas de San Martín. El océano es el ecosistema ideal para los cachalotes, los delfines moteados del Atlántico y las ballenas.
¿Dónde se pueden observan las ballenas? ¿Dónde se pueden observar los delfines?
La observación paciente de ballenas y de delfines puede hacerse gracias a varios actores, que colaboran con la Reserva Natural de San Martín.
En efecto, un santuario de ballenas, que se extiende desde San Martín hasta San Bartolomé, permite a los cetáceos vivir y moverse totalmente protegidos. El objetivo es garantizar un buen estado de conservación de los mamíferos marinos, haciendo hincapié en su hábitat y en los impactos negativos directos o indirectos, ya sean reales o potenciales, de las actividades humanas.
Por ejemplo, es frecuente observar ballenas y delfines en las aguas del Rocher Créole, en el islote Tintamarre y en el islote de Scrub, cerca de Anguila y en los alrededores de San Bartolomé.
Acudir a los puntos de observación
Ver ballenas o delfines es una actividad ideal para toda la familia. Para ello, hay que dirigirse a los profesionales del mar, que conocen a los animales y que protegen tu seguridad y la de los cetáceos. Ellos se ocupan de todo como. En el mar, la aventura marina siempre comienza muy pronto. Te embarcarás a bordo de un catamarán o un barco a motor alrededor de las 07:30 de la mañana para pasar un día inolvidable en el mar. Durante todo el paseo de exploración, el equipo de profesionales te guiará y te presentará a los diversos cetáceos con los que os crucéis. Las compañías ofrecen regularmente salidas para pequeños grupos familiares o de amigos para ver las ballenas y los delfines (Scoobidoo, Wind Adventures, Tropicalboat-sxm).
Las normas a respetar durante la observación de los cetáceos
Si tienes la oportunidad de verlos en su vida salvaje y en sus interacciones sociales, te llevarás un recuerdo imperecedero. Si eres un observador paciente, serás recompensado. Los cetáceos te premiarán con algo de su intimidad: saltos en el agua o aletas cortando la superficie del agua. Sin embargo, la observación de ballenas y de delfines siempre debe realizarse respetando unas reglas sencillas para tu seguridad y para el bienestar de los animales.
Se aconseja a los turistas que se comporten de forma tranquila y vigilante frente a los mamíferos marinos, para evitar asustarlos, atropellarlos u hostigarlos.
Es importante aplicar las siguientes directrices:
- Está prohibido acercarse a un animal en reposo o en fase de salto.
- La aproximación a los animales deberá hacerse por sus tres cuartos traseros. La trayectoria se deberá ir haciendo gradualmente en paralelo a la ruta de los animales para no superarlos nunca.
- La aproximación nunca debe hacerse a menos de 300 metros de un grupo. Se permanecerá maniobrando por lo menos a cinco nudos durante la entrada, salida y dentro del área de precaución.
- Si los animales se acercan al barco, poner el motor en punto muerto.
- Interrumpir la observación en el caso de que una persona muestre signos de nerviosismo.
- Si hubiera varios barcos en la zona, no rodear a los animales. Situarse todos en el mismo lado y nunca dividir a un grupo. No situarse entre los cetáceos y los barcos que ya están en el avistamiento.
- Evitar un cambio brusco de régimen del motor, de velocidad o de dirección.