Para bucear en Saint-Martin, el Rocher Créole es uno de los sitios más bonitos para principiantes y buceadores con experiencia. Poco profundo, accesible y bien protegido: es el escenario para iniciarse en el esnórquel con máscara y tubo, para hacer bautismos y buceo en apnea, con botellas y para subir de nivel de experiencia.
Bucear en Saint-Martin significa disfrutar y descubrir una fauna y una flora submarinas excepcionales. En el Rocher Créole puedes experimentar en tan solo unos metros todas las emociones de este mundo frágil. Ante ti se revelarán los tesoros submarinos, ya que estás en plena Reserva Natural. Situado justo enfrente de la playa de Grand Case, puedes entrar en este santuario siempre que te acerques con una embarcación que no supere los 50 pies.
Bajo el manto marino: bucea en Saint-Martin
Sorprendentes criaturas nadan en las aguas tibias y transparentes. Aquí eres un invitado que tiene la suerte de contemplar un equilibrio que ha tardado miles de años en formarse. Desde la curiosidad y el respeto, verás langostas, peces loro, peces cofre e incluso peces león. Lo aprenderás todo sobre el lambi y, si tienes suerte, alguna tortuga vendrá a nadar junto a ti o un pez ángel vestido de azul lucirá sus mejores galas ante tus atónitos ojos. En el Rocher Créole, el buceo es un mundo excepcional que explorar, tanto si eres principiante o experto. El regreso a la vida en tierra será difícil: el mundo submarino es adictivo.
Buceo en Saint-Martin, un deporte para todos
Las inmersiones con máscara y tubo son una actividad sencilla y sin peligro, a condición de saber nadar. Para los bautismos de buceo con botellas e inmersiones a niveles más profundos, es conveniente haber consultado con tu médico de cabecera. Se desaconseja que practiquen este deporte a las personas con asma, cardiopatía o hipertensión no tratadas, e incluso se puede llegar a prohibir. Tras una inmersión, no es aconsejable tomar un avión en las horas siguientes (hasta 24 horas).
Si tienes buena salud, el buceo se puede practicar a cualquier edad, aunque un cuerpo más joven resiste mejor a la presión. Pero no hay edad para comenzar y probar la aventura del mundo del silencio. El mejor momento para sumergirse es, sin duda, por la mañana, cuando el entorno se despierta tranquilamente, la luz es suave y el cuerpo está descansado. En Saint-Martin, el buceo se practica todo el año, ya que el clima suave es perfecto para ello.